La bipolaridad es un trastorno mental también conocido como enfermedad maníaco-depresiva. Consta de dos fases o episodios: el maníaco y el depresivo.  

 

Durante el episodio maníaco quienes lo padecen se sienten más enérgicos, eufóricos y activos de lo habitual. En cambio, otras veces se sienten tristes y desanimados, con poca energía. Esto se conoce como episodio depresivo.

 

La bipolaridad suele comenzar en la adolescencia o durante la temprana madurez (18-25 años), aunque puede detectarse a edades más avanzadas.

 

Síntomas de la depresión:

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• Animo persistente de tristeza, ansiedad o de soledad

• Sentimientos de desesperanza o pesimismo

• Sentimientos de culpabilidad y desvalorización 

• Pérdida de interés o placer en actividades ordinarias

• Decaída de energía y sentimiento de fatiga

• Dificultad en la concentración y para tomar decisiones

• Dificultad de dormir

• Pérdida de apetito

• Pensamientos sobre la muerte o el suicidio

 

Síntomas de la manía:

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• Aumento de la energía

• Negación de que existe algún problema

• Sentimientos excesivamente eufóricos

• Irritabilidad extrema y fácil distracción

• Reducción de la necesidad para dormir

• Creencias pocas realistas en tener ciertas habilidades y poderes (confianza y optimismo exagerados).

• Falta de juicio que lleva a tomar malas decisiones

• Compulsión sexual inusual

• Abuso de drogas, alcohol y medicinas para dormir

• Comportamiento agresivo

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El trastorno bipolar puede ser tratado y aquellos quienes lo sufren pueden llegar a llevar una vida normal.